...y está dormida , y él la despierta con un beso, un beso tierno, y otra vez un nuevo beso en ese labio que ahora se sonrie, y todo es tan real, si sobran texturas y las pieles a veces son asperas y otras un poco suaves, y los olores y las miradas y el espesor del aire entre sábanas y frazadas, y las piernas entremezcladas, pero ella pierde el control, y una vez que las cosas han ido demasiado lejos entiende que el fin es dañarla, ya no ve su rostro pero imagina que ahora es cínico, quiere despertarse y gritar, pero cómo se sale de los sueños, si cada vez se está más dentro, aunque llega a preguntarse, aún entre almohadones, cómo huir de algo cuando se ha avanzado demasiado...