Si sos bravo, elegante y callejero

Si mirás con tu mirada torva

Con tu cara de desconfianza exacerbada,

De gaucho matrero que ha aprendido a defenderse,

Tras desventuras pampeanas

Si tenés el más fino de los rostros,

y el más erguido de los cuerpos

Si sos el dandy, el más hermoso,

El que jamás perderá su charme,

Aunque vuelque y revuelque su anatomía de caballo en un estiércol rancio de plaza de barrio

Si sos dulce y compañero

Astuto e independiente,

Si me das cariño limitado,

Como ninguno, con esa sorprendente capacidad de aburrirte de los demás

Si escuchás el piano con amor, con precisión, con sentimiento

Si mostrás tus dientes de marfil

Blancos y lustrados, dispuestos a accionarse,

Sólo si la ocasión así lo exige

Si escuchás mi voz y delirás

Si escucho la tuya y te adoro más

Si sos vos, mi gran amigo

El que me salta cuando llego

Y se esconde bajo la mesa porque otra vez es el eterno devenir de una nueva despedida

Si sos vos, Enzo

El que con su andar intimida

Mas humano a la hora de mirar que miles de miles de aquellos que se dicen seres, bípedos

Si sos vos, y no puedo decirte mi Enzo

Porque no sos de nadie

Sin amo, ni dueño

Ni perro, ni hombre, ni hermano, ni hijo, ni estúpido caniche toy

Alguien que amo, solo eso

Si sos incapaz de traicionarme,

Si sos vos, Enzo

Y como vos no habrá nunca otro igual