Sunday, April 29, 2007













¿Cree que la rebeldía nos ayuda a ser más libres?

Para ser rebelde, hay que ser libre.

(Daniel Bruhl, actor alemán)

¿Qué clase de poder ejercen sobre nosotros, los vulgares mortales, estos seres dotados de un aura y una belleza dignas de una estrella?, ¿ el mérito es de ellos, o tan sólo del poder de la pantalla grande, que los vuelve imposibles, y con ello, adorables?, ¿por qué los admiramos e imaginamos una y otra vez junto a nosotros, si apenas conocemos un infiel y parcial retrato de su persona?, ¿acaso ellos no ostentan sus propios defectos?...acabo de ver por segunda vez Good Bye Lennin, y no me importa ninguna de estas preguntas, porque amo irracionalmente a su protagonista. Lo imagino inteligente, reflexivo, sensible, erótico, buen pibe, divertido y comprensivo. Antaño, vi la película en cine y la adoré, pero mi reincidencia no radicó en la talentosa cinta artística, sino en Daniel. Daba lo mismo ver Los Edukadores, Salvador, o Good Bye Lennin. Belleza, carisma, magnetismo, el más lindo de los comunes y el más común de los lindos, ese es Daniel Bruhl. Un tipo cualquiera, mi compañero de la facultad, aquel que va a las marchas de alguna agrupación, el que se te sienta al lado en el cine, el que ojea libros usados pero no tiene para comprarlos. Y encima, como si no fuese perfecto, habla un excelente castellano, porque su papá es alemán, pero su mamá, españolísima. Me pregunto qué sería capaz de hacer a cambio de conocerlo. Entre las opciones evalué la posibilidad de:
- amputarme el último 30% de mi dedo meñique de la mano derecha (no lo uso en demasía), a cambio de una semana con él en Madrid, Berlín, Roma, París, La Paz, Salvador de Bahía, Córdoba capital, o el Riachuelo. Él elige, pero su presencia no es prescindible.
- raparme (una vez que se vaya, claro, que si no me va a escupir...)
- ir de rodillas hasta San Francisco.
- trabajar de voluntaria en un Hogar de Ancianos por un mes.
quizá algún día lo conozca, y escuche a modo de susurro ese seco idioma alemán que en él extrañamente suena a caricia... who know

10 Comments:

Blogger Juli said...

Te acompaño en el sentimiento con un actor danés que es lo contrario a Daniel, pinta de rudo, cierta aura distante,extremadamente atractivo, mirada inalcanzable y magnética, jamas el chico que te encontrarias en las calles de Cordoba o en la facu o en un bar.

9:44 PM  
Blogger Mr Montoto said...

Durante largo rato del segundo tercio de mi vida estuve enamorado de Silvia Peyrou, quizá por las mismas razones que a Vd lo encandilan de ese alemán.

Aunque nunca la habría imaginado en una marcha populosa (ni a mí tampoco que la voy de Lumpen con todo orgullo), ni a la puerta de la facu.

El amor imposible es cosa así.

11:13 PM  
Anonymous Anonymous said...

¿No tendrá una hermana?

Nimo - received letter- Thaks a lot

9:40 AM  
Anonymous Anonymous said...

NI idea kien es el lolo... prefiero a la gente real. Casi siempre.

12:18 PM  
Anonymous Anonymous said...

La frontera que marca la pantalla, el otro lado, los hace irresistibles... quizá porque sabemos que, lo más (pero más) probable es que nunca tengamos la posibilidad ponernos a prueba...

7:15 PM  
Blogger Cristalina said...

Si Lau: es eso. Nunca tendremos la chance de ponernos a prueba. Somos unos cagones pa la vida real. Por eso el tribi prefiere la gente que ve todos los dias por la calle.

8:53 PM  
Anonymous Anonymous said...

te escuche preguntarle a una alemana acerca de este pibe.

3:12 PM  
Blogger Unknown said...

Si querés te lo presento... es un buen flaco el gringo...

Pero no le gusta el mate amargo

7:52 PM  
Blogger Unknown said...

Y en lo que coincido con vos... tiene cara de prenderse en una marcha de la escuelita

7:53 PM  
Blogger GER! said...

Dos comentarios. Uno, muy obvio: Amor platónico. Dos, muy machista: Lo que te pasa a vos es lo mismo que le sucede a numerosas mujeres que compran discos de Enrique Iglesias...

2:08 PM  

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