Tuesday, August 21, 2007

Y Jesucristo se vistió de mujer....

15:45. Acabo de saltar de la cama tras un intento vano de dormir, cosa que me ha dejado de no muy buen humor. El detestable timbre suena. Espío a través de la ventana, y reconozco que desconozco a esa mujer de rodete tirante, trajecito negro y aspecto pulcro.

Quizá a modo de auto defensa abro la ventana del living y no la puerta principal.

Apenas veo su cara, entre maderas verticales y horizontales que cubren el cristal, entiendo todo, y me digo que ha sido una equivocación atender:

Hola, pronuncia una voz dulce y a la vez modulada como para reforzar en la sala la seriedad del asunto. Su rostro está delicadamente maquillado. Continúa:

Estoy recorriendo el vecindario y conversando con los vecinos del barrio para difundir la palabra de Jesucristo El Señor que vino a salvarnos. Podemos leer la Biblia y sus pasajes.

Ah, sí, la verdad estoy un poco ocupada.

¿Vos sos católica?

No, no soy (¿para qué le dije?, soy el blanco perfecto, ¡intentará cambiar a esta maldita hereje!)

Bueno, lo que hacemos es leer la palabra de los discípulos de Jesús en el libro de la Biblia, los discípulos son los seguidores de Jesús que escribieron la Biblia.

Sí, sí, lo sé, yo fui a un colegio católico.

¿Y te identificás con alguna religión?

El budismo quizá (¿por qué habré dicho eso?, vi Un Buda y leí un libro sobre Buda hace muchos años, nada más, la carne me da retorcijones), pero no sé, creo en el amor (¿para qué le doy rosca?).

Bueno, es importante que hablemos de Jesucristo, en esta época en que sucede un cumplimiento del gran mandamiento que es amar a Dios sobre todas las cosas, y a la vez un enfriamiento de ese amor. Los dos mandamientos más importantes (¿los mandamientos están jerarquizados? en esta época de propiedad privada pensé que el más difundido era no robarás) son: amar a Dios sobre todas las cosas y amar a tu prójimo como a ti mismo.

Sí, sí, sé los mandamientos (por miedo a que los repita a todos), pasa que hoy no puedo hablar mucho porque estoy ocupada.

Bueno, ¿cómo es tu nombre?

Cristina

El mío es Andrea. Ojalá algún día podamos dialogar sobre el amor de Jesucristo, los tiempos que estamos viviendo y las acciones que podemos hacer los hombres. Muchas gracias Cristina.

En realidad habló bastante más, pero no pude retener todas sus palabras. Miraba fijo, y todo el tiempo le sostuve la mirada. Su postura y su manera de hablar me transmitían la sensación de que ese momento era ineludible, y con ese sutil despliegue –quizá involuntario- tiñó la escena de una gran solemnidad. Lo inquietante es que me puse muy nerviosa mientras se dirigía a mí. Estoy desconcertada, ¿por qué tantas cosas latían adentro mío? ¿Bronca, miedo, ironía, admiración? Un poco de todo, pero no indiferencia. No estaba ocupada, lo dije por temor a que se invite a pasar y a tener que soportar sus ideas. Pero a la vez, no pude decirle nada más que “me identifico con el budismo” a esa mujer. No discutí, no cuestioné, no pregunté. Me quedé como paralizada. Cerré la ventanilla y me vine a escribir y recién ahora me relajé algo, me atemorizan esas ideas en la gente pero no sentí que debiera discutirlas. Para qué iba a decirle lo que creo a una mujer que de buena fe deja sus días para profesar aquello por lo que vive. Al fin y al cabo, me dijo que el mandamiento más importante era amar a Dios y al prójimo como a uno mismo, y para mí la sabiduría del universo es Dios. Esa mirada, los ojos saltones y brillosos de emoción por hacer lo que siente correcto, ¿era mi deber criticar su Iglesia? Desmoronar sus ideas, aquellas que la mantienen viva, a pesar de que para mí hayan jodido y bastante a la humanidad. Me dio ternura y a la vez rechazo. Y todavía no entiendo bien por qué me importó tanto.

3 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Creo que esa sensación se nos cruzó a varios. Una vez los atendí y me escuché el mismo discurso de tono suave y casi convincente. ¡Es que parecen tan seguros de lo que te dicen! Pero ahí entré a dudar si es eso o están repitiendo un cassette que tienen grabado. No se. Igual al folletito se los recibí y lo guardé arriba de la heladera. Ahí debe estar todavía.

8:10 AM  
Blogger Cristalina said...

ejejej bueno, como buen mimo te quedaste mudo, pero al fin y al cabo fuiste cortes

2:16 PM  
Blogger GER! said...

Qué bueno cuando te pasa eso, esa ruptura antropológica, eh? Para cuándo el cuento??

3:45 PM  

Post a Comment

<< Home