Adiós, querido...
Maldigo la noche en que te invité a cenar. Comimos entrecot con ensalada de lechuga, zanahoria y tomate, selva negra y lengua a la vinagreta. Después te adheriste a mí como una garrapata a la piel de un perro callejero. Lo reconozco: acepté que te quedaras a dormir. Es que estaba copada de comida al punto de no poder moverme, menos bajar a abrirte, mejor si te quedabas conmigo. Pero no siete días. Siete días soportando tu piel naranja de autobronceado barato, tu flacidez, tu cuerpo gordo y cuadrado, ausente de cintura, tu cara de culo, tu olor nauseabundo, tus vellos, tu enemistad con el Axe o cualquier perfume que apague tu fuego sudario. Me acuerdo de las verrugas de tu cuerpo; un asco de tipo. Pero algo tuyo, a pesar del desagrado físico que me generabas, me penetró. Con vos me sentía llena. A veces pesada, porque eras un denso, pero llena. Quizá el hecho de que estés conmigo, alguien con quien compartir desayunos, almuerzos, meriendas y cenas. Hasta a la cama te llevé. Y vos roncabas, me rasqueteabas la panza, qué molesto. Todas las noches me decías: mañana me voy. Al otro día me levantaba y seguías respirándome tus vahos al oído. Me acompañaste en todas mis comidas. Ni un segundo me dejaste sola en esta extraña semana. Cuanta repulsión. Y sin embargo te seguía acogiendo, cocinando ricas comidas que vos acumulabas en tu cuerpo poco tieso y carbonado. Juntos tomamos té, muchísimo té, también mates, y fumamos hartos cigarros. Nos sentábamos apretando la panza contra la rodilla y mirábamos el piso, nos gustaba mucho mirar el piso. Nos dábamos masajes. Leíamos revistas y el diario. Nos despertábamos en medio de la noche, que se yo, extraño amor. Al séptimo día tuve miedo, ¿y si estaba embarazada de vos? Mi cuerpo cada vez más inflado. Sin mucho aviso más que unas violentas caricias en mi acongojado cuerpo, te fuiste. Te sequé las lágrimas con papel blanco. No había necesidad de escribir nada. ¿Qué si me dolió tu partida? Ni tuve tiempo de pensarlo, fue sólo un momento, un grito y adiós. Además eras tan feo que fue un alivio no tener que ver tu cara de mierda nunca más. Pero a veces dependemos tanto de ciertos vínculos que cuesta despedirse. Que se yo: alegría y tristeza, placer y dolor, extraña sensación. Libre, descendiste los tres pisos de mi apartamento. Y te vi lejos, una mañana de lluvia, oscura, nadando entre canales venecianos. Desmembrado. Desarmado. A vos sí que te costó partir. En casa estabas protegido. El mundo es otra cosa. Quizá esta partida se cobró tu vida. Tu clásico perfume sonó más fuerte que lo normal, odiabas el Poett de mi casa, lo sé. Tu cara color chocolate, tus quilitos de más, la rara textura acrashonada de tu piel, todo tu ser yéndose. Qué placer haberte expulsado de mi cuerpo hinchado, deshacerme de tu tortura diaria, los retorcijones que enviabas a mi panza obesa de tanto albergarte. Durante siete enfermos días piqueteaste mi vientre constipado. Adiós, querido zorete de mierda.
12 Comments:
Perdón no puedo resistir el chiste fácil: "es una bosta este cuento"
Este blog no tiene límites... Eso sí, por qué comiste carne con ensalada y no polenta??
guadis, porque es mas rico con ensalada!!!!!
sisisisis, es cierto, es una bosta con olor a caca
No comparto el comentario de guadis, este blog si tiene límites, pero lo han pasado hace rato. Te falto la foto del zorete cris. Segui asi!!
Gracias Mauro, gracias!!! me da animo eso de la imprevisibilidad, porque es lo que busco. desacartonarme totalmente y buscar, experimentar distintos estilos de escritura, aunque salgan mal.
no es un fetiche escatologico, son pruebas, si todos me dijeron que el primer texto sobre el pis era asqueroso y poco gracioso, la idea fue intentar algo similar pero desde otra mirada, para evaluar si generaba la misma repulsion, o si el hecho de escribir con palabras mas lindas provocaba menos asco. yo les pido perdon si los desepciono y les agradezco sus coments, que hacen que tenga ganas de escribir y seguir probando, porque de repente admito que me genera interes todo lo que nos da repulsion o que hemos convenido socialmente que es una guasada. por eso ese texto pretendio buscar desde otro camino algun efecto. seguire intentando y ustedes seguiran criticandome, pero igual los quiero.
eso cris!!!!! aguante la caca!!!! (no más de dos días porque hace mal)
Se pide a los lectores que no le den más ideas sobre cosas repulsivas!! Con los viajes a dedo, con mochila y polenta íbamos bien!!
mparaty.......si si si!!!!!!!! completaremos la trilogia y todos vomitaran de asco y repulsion comunitariamente. volvere a la normalidad de los viajes, pero solo por un tiempo, despues, a seguir mirando con los ojos semiabiertos las guasaditas de cris.
Love to all......
Cris, sencillamente genial!! De lo mejor que he leído en este último tiempo. Seguí así!
Por cierto, pensé que eras un poco más...despierta. Te hubieses comido un ACTIVIA y problema resuelto jajaja.
gracias ger por tu animo. activia mejora tu transito lento por transito rapido. si comes mucho los chicos se chocan entre ellos y se arma un re quilombo
Yo fui actor. Un día me propusieron un bolo.
Mucho arroz, mucho queso. El activia cortó mi carrera.
Me sigo divirtiendo leyendo el blog hasta el comienzo.
Anonimous.
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