Saturday, November 25, 2006

Mi hermano no entiende cómo puedo hacer una prueba piloto de dibujante en la pared.
¿La gente normal no empieza con hojas?, se pregunta, y me entra la duda.
Mamarrachié por segundo año consecutivo mi angosta pared de departamento. La vez pasada, lo tapé con un collage. Esta, con unas telas improvisadas.
Maldita frustración la de querer ser dibujante...y no tener talento.
¿Qué frustraciones relacionadas con las artes los aquejan?

Friday, November 24, 2006

La tv. de anoche
Anoche terminó el tiempo no para y no me gustó el final. Viva el programa de los gordos!!!
El ignorante del día
Notero: "Pero Valeria, ¿usted sabía que Pinochet mató mucha gente?"
Valeria Mazza: "Ah, yo pensé que había matado comunistas"
El buen momento de la mañana
Hoy caminé bajo las gotitas de una lluvia suave y me dio buena gracia estar viva

Wednesday, November 22, 2006

¿Comunidad en Brazil, donde se medita y se cultiva la tierra; o trabajo en Córdoba, buen sueldo y una carrera profesional?
Uy...¿sabían que quieren deforestar el 50% del Amazonas?

Tuesday, November 21, 2006

Eran las ocho de la mañana, muchas horas sin dormir pero nada de sueño, más bien aceleración, porque una se pasa de vueltas, ¿vió?. A la tarde quería llevar una torta a la facultad para quedar bien frente a mis compañeros, cosas de status. Me dije: cuando me levante voy a ser una piltrafa humana, mejor me pongo manos a la obra. Pero no tenía los ingredientes, entonces caminé hasta el almacén. Subí a mi tercer piso sin ascensor, hice lo primero, sacarme los zapatos, hice lo segundo, prender la radio. Puse el Godet en el túper blanco, fui a la heladera, no había leche, no importa, tirale una manteca entera y remplazas la leche por agua, que entusiasmo, dios, total el gusto cremoso se lo da la manteca. Luego me rebelé a la instrucción que decía dos huevos. Puse tres. He notado que tengo un problema con romper reglas: me sublevo ante nimiedades que no le hacen mal a nadie, pero de ninguna manera ante seriedades. La receta tampoco decía nada del azúcar, aunque para darle la contra al Señor Godet le puse varias cucharadas. Chocolatada también, para que sea negra y regordeta. Batí y quedó un delicioso engrudo con huevo crudo. Pero, oh, otra dificultad: ausencia de un recipiente con las medidas que indicaban las instrucciones. Pensé en tocarle la puerta al vecino, mejor no, ocho de la mañana, Cris, y desde que me vió desaguando (líquido y sólido) en mi baño (mi ventana da a la suya), prefiero evitarlo. No importa, agarrá una olla para guiso. Cincuenta minutos después, la retiré del horno: preciosa, alta, bronceada y crocante. Qué ansiedad, me estaba muriendo de sueño pero quería desmoldarla ya y verla descansar en un platito de cerámica mientras alguna mosquita loquilla la sobrevolaba. Di vuelta la olla.
Mierda. Apreté fuerte los dientes.
¿Por qué nadie me enseñó que la torta se desmolda fría? Para derribar la angustia comí la torta hecha pedazos en cosa de minutos. Dos días después miles de calorías se convirtieron en extrañas flatulencias que sobrepueblan mi abdomen. Unas miguitas en el piso sucio eran las únicas huellas de una patética primera vez.

Monday, November 20, 2006

Gentes, me llegó este e-mail
Marcelo Tinelli compró miles de hectáreas en la provincia sureña de Chubut y desalojará a 30 familias mapuches para construir un megaproyecto turístico. La dirigencia indígena denunció que el megaproyecto que pretende construir Tinelli por sobre la vivienda de treinta familias indígenas, casualmente lleva un nombre mapuche: Trafipan 2000, cuando necesitan de su desalojo.

Fuente: Nota telefónica con Radio Universidad Nacional de Cuyo.

Tuesday, November 14, 2006

La música clásica desborda una habitación con comienzo pero sin fin.
Huele a madera y flores de invierno.
Los muebles ásperos ocupan pequeños espacios en la inmensidad. Ausencia.
El tacón de una mujer hace tac tac en el piso de roble, y el eco de canciones viejas golpea un techo de varios metros.
Millones de rosas rojas huelen a una refinada y a veces triste elegancia.
Un gran ventanal entreabierto da paso a una leve brisa de invierno que se cuela en la piel seca de quién escucha música recostado desde su sillón de pana de dos plazas. Es verde militar, no puede verlo. Siente su olor a polvillo y acaricia su suavidad.
Allá afuera, donde el mar canta con sus olas y una sirena llora, el viento golpea las montañas mientras el cielo arroja lágrimas heladas, su nieve.
Solemne como la música clásica y el terciopelo; triste y frío como la nieve; intelectual como los libros de hojas finas que descansan en la repisa colonial; sensual como el contorno de la boca de una mujer; elegante como una mano de dedos largos; a veces trágico, como el olor a flores de invierno, a claveles y a rosas; otras cálido, como cuando una voz rocosa y anudada deslumbra con un solo que susurra al oído: azul; audaz como el olor a sangre caliente; sobrio como la madera; nostálgico como una lágrima.
Quizá se parezca a besar una persona en la frente.
Una lágrima humedece el rostro lozano de su piel transparente. El terciopelo le acaricia el cuello.
Quizá sea el color azul.

Monday, November 13, 2006

Falleció el Señor Trabajo Digno

“Mirá, yo pago 600 pesos al mes, de 9 de la mañana a 20.30 horas. Si te interesa te pruebo mañana. Quiero que vendan, estén paradas y muy sonrientes”, dice el encargado de un negocio textil dos horas después del desayuno, y a Lucía se le atraganta la galleta.

Apenas sale le susurra al grabador: “A un promedio de 10 horas por día, seis días a la semana, paga 2,50 la hora, sin viáticos y en negro”.

La muchacha es una estudiante de comunicación social que nunca trabajó, pero en la búsqueda de su primer empleo le exigen experiencia previa.

El próximo paso es ir donde todos: un call center. Lucía participa de una entrevista grupal donde una psicóloga pretende reconocer su capacidad de liderazgo. Supongamos que la llamen: le pagarán poco dinero por seis horas diarias en las que atenderá sin descansos reclamos de gente enfurecida con la empresa. Pondrá en juego su estabilidad física y emocional.

Se calcula que hay unos 50 mil trabajadores en Call Centers en Argentina, donde unas 40 empresas desarrollan esta actividad, muchas de ellas extranjeras. “Nuestros descansos diarios son de 12 a 17 minutos. Se supone que ese tiempo debemos aprovecharlo para distendernos, ir al baño, comer algo. Es un tiempo ridículamente escaso por lo estresante de la labor, pero de superarlo corremos el riesgo de ser sancionados. Siguiendo el tren de abusos, no se nos reconoce antigüedad, se nos quitó el goce de la licencia por enfermedad de un familiar y no se invierte en el equipamiento de materiales de trabajo y en higiene por falta de recursos, según dicen en Recursos Humanos”, sostiene un trabajador de un Call Center que anónimamente junto a otros compañeros ha creado una página contra la explotación laboral (http://www.teleperforados.com.ar/).

Juan Schiaretti, vicegobernador de Córdoba, no coincide con este testimonio: “La industria de los Contact Center redujo en tres puntos el desempleo en Córdoba, al generar más de 15 mil puestos de trabajo en cuatro años”. De bajos sueldos, condiciones precarias de trabajo y stress, no dijo nada.

Continuamos la expedición. Próximo objetivo: una parrilla en Barrio Cofico. El anuncio del diario decía moza, pero ahora resulta que no es moza, es repartidora. La labor consiste en vender menúes por el barrio. Una prueba piloto que puede fallar y así el trabajador perder tiempo y dinero. “Sos simpática, para probar hacete un paseito por el barrio... ¿te animás?”. Lucía no se anima a decirle que no, así que perdemos una hora repartiendo folletos gratis para un señor que no conocemos.

Nos tomamos un colectivo y llegamos a una Auditoría de Medios. Seiscientos pesos por seis horas diarias. A Lucía le suena bien, pero el trabajo es de 18 a 24 horas, por lo que una chica sola debe caminar cinco cuadras hasta la parada de colectivo en un barrio oscuro. La labor es insalubre: en un subsuelo iluminado por fluorescentes, en un box que separa a los empleados de sus compañeros, se desgrava información, sin descanso para un café.

Luego caminamos por Colón y entregamos curriculum a todo lo que parezca negocio. Para hacer delivery hay que tener moto propia, para cuidar chicos hay que vivir cama adentro, para ser moza hay que haber sido moza.

Las exigencias aumentan a medida que los suelos bajan. La única constante son las pagas míseras y el trabajo en negro. Si las estadísticas hablan de crecimientos en las tazas de empleo, no debieran obviar la precarización de los mismos.
Si revisamos los números del INDEC observamos que la desocupación llegó al 10,9% al finalizar el primer semestre de 2006, mientras que la subocupación se ubicó en 11,5%. Esto significa que más de 2,5 millones de personas tenían para esa fecha problemas de trabajo sobre una población económicamente activa de 10.897.000 millones. Un total de 1.189.000 no tiene trabajo y un total de 1.254.000 está subocupado o trabaja menos de 35 horas semanales. Pero el porcentaje de desempleo es discutible, puesto que incluye como ocupados a los beneficiados de los planes Jefas y Jefes de Hogar, Trabajar y demás subsidios nacionales, provinciales o municipales. Estos perciben $ 150 al mes.

El problema más serio es el empleo ilegal o en negro, porque quienes trabajan bajo estas condiciones no tienen aportes de ley para futura jubilación ni para cobertura de salud, ni vacaciones ni salario familiar y además perciben un salario menor al fijado por las autoridades como mínimo. A ello debe agregarse que este tipo de empleo abarca a casi la mitad de los empleados.

Tres días más tarde la estudiante me llama para contarme que hará una prueba en un Call Center. Yo pienso: “El trabajo digno murió, lo velaron y ahora le están construyendo un mausoleo definitivo”, pero no se lo digo, no vaya a ser que a una le digan aguafiestas.

Thursday, November 09, 2006













Este post es para compañeros del CUP

¿Y qué es toda esta linda animación, vosotros se preguntarán?
La imagen más guapa es la de Daniel Bruhl, actor alemán de Los
Edukadores, película que veremos el viernes. El largometraje es buenísimo, pero esa carita que la foto os refleja, es uno de los mejores argumentos para no faltar.
Luego vosotros podeis ver imágenes de picnics varios.
Ok, no abrá ni canasta ni fernet branca, sólo la pesadez de un aula con agujeritos en las paredes y reflectores blancos. Pero va a estar Daniel Bruhl, che. Y la torta depende de vuestras ganas de trabajar, a pesar del parcial de Piccatto.
Los chicos lleven bebida y las chicas comida. No sean fallutos.
Hora 19:30. No sé por qué intuyo que nadie va a llevar nada. Malditas mierdas (nerds).

Monday, November 06, 2006

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Fotos de Santiago Vivacqua
Minas de Potosí

Wednesday, November 01, 2006

Es tan chiquita, frágil, suave, femenina, blanca, triste, preciosa e imperfecta. Es tan indefensa que dan ganas de abrazarla. De decirle que tenga cuidado, que hay mucha gente dispuesta a matarla suavemente. Es tan dulcesita que la guardaría en una cajita de cristal, para que no sufra. Pero el cristal lo revientan de un puñetazo y después viene la sangre, chiquita. Es un segundo, pero cómo duele. La gente no es piadosa, la gente te clava sus propias astillas en tus ojos de mar. Es como esa bailarina que salía de las cajas de música que nos regalaban cuando éramos niños, hay que tratarla con cuidado, si no, la destrozás. Es como una florcita susceptible a ser arrasada por cualquier bestia. Las bestias sobran. Te pisan y ni lo notan ¿Por qué lastimarla? Si fue tan blanca y suave como siempre, pero vos te le arrojaste como un león recién desenjaulado contra un gatito de seda, y mataste una parte de su ser que de a poquito se seca, que va aprendiendo las reglas sucias del juego, que cuando te ofenden hay que agachar la cabeza, si no te destrozan más, si no cortan con una tijera afilada tu alma frágil como la seda blanca, y el cuerpo no aguanta esos navajazos de puro odio, el cuerpo sangra. Si supieras cuánto mal puede causar tu voz etílica, cerrarías esa bocota tan carnosa por fuera y tan espantosa por dentro que dios te dió. Si supieras que tus palabras pueden cortar el alma por unos segundos, detener la respiración, que pueden formar corazas en las personas, entristecerlas más, endurecerlas, taparles los oídos para no escuchar las agresiones que quedan guardadas para siempre, las frases que te hacen eco hasta que mueras, si supieras lo hiriente que puede ser tu voz de bestia disfrazada de hombre común, bajarías tu cabeza de nene precioso con caca en el cerebro. Cuánto asco me das, cuán triste me siento cuando confirmo lo que no quiero confirmar. Tuve ganas de clavarte el cuchillo en tu cara, para que no te creas autorizado a juzgar desde un pedestal. Hacía tiempo no sentía una tristeza tan honda por algo tan pequeño. Me deshiciste en mil pedazos con tu procacidad, porque sentí como la matabas con tu rayo en el oído, como le clavabas tu frase en su almita de niña transparente. Mañana termina con su cabeza en un inodoro, eso te lo debe a vos, nenito. Tu desmedida arrogancia, me dio asco, pero sobre todo lástima por vos, por la infelicidad que sos capaz de generar. Cuánta tristeza por ver como le pegan con un hacha a una hormiguita, una plantita que no puede defenderse. De a poco gente como vos le va mostrando lo dura que puede ser la vida, lo cruel que puede ser el hombre. ¿Quién te crees para juzgar?, ¿dónde hay que huir para no encontrarse nunca más con gente que te destruye sin pedir permiso? Se meten en tu casa sin tocar la puerta, te rompen el corazón sin saber quién sos. Qué me importa tu rostro inmaculado, jamás contemplaría tus rasgos de galán barato, si sos tan oscuro por dentro. Hoy te despertaste y vomitaste tu borrachera de cuarta, olvidando lo que pensaste, hiciste o dijiste cuando el alcohol mostró tu verdadera cara de ser desagradable. Ella no te dijo nada, no pudo llorar, gritar, golpearte o vomitarte en la cara. Yo no pude abrazarla y decirle que no te escuche, que sos tan asqueroso que no merecés el título de hombre. Ella hoy sigue siendo tan chiquita y blanca como siempre, aunque suma un nuevo moretón a su rostro de niña triste.