Monday, October 23, 2006

Bolivia, Copacabana
EL TITICACA NO ES NINGUNA CACA
Frío, mucho frío. Altura que apuna. Aguda religiosidad. Hotel modesto, de esos que se inundan cuando llueve, y los baños son comunitarios. Benditos quienes los estrenan a primera hora del día. A pesar de todo, ni el frío, ni la altura, ni el hotel impregnado de aroma a sanitario, empañaron ni un cachito la feliz visita. La hermosura de Copacabana radica en el lago azul que costea la ciudad, el mismo que aloja decenas de coloridas embarcaciones; en esas dos montañas que al mejor estilo postal te reciben cuando llegás; en las calles principales, amplias y empedradas; en sus orquestales amaneceres y atardeceres. Pero, sobre todo, el encantamiento de Copa radica en la energía que se vive en el aire, se respira y se trasmite de viajero a viajero, de poro en poro, de alma en alma.
Copacabana, radiante por sí sola, es garante de estados felices y experiencias conmovedoras. Allí convergen viajeros de todo el mundo, quienes recogen el agua que según ellos es sagrada, para luego repartirla en la tierra propia, de la que el propio jamás será profeta.
Un lago que parece mar, el más alto del mundo, ni más ni menos que 4000 mil metros. Un horizonte intrazable, una costa llena de piedras y de barquitos que aparentan dibujados, un óleo, pero esta vez, en vivo y en directo.
La iglesia, estrictamente blanca, es escenario de pobres que piden limosna a los extranjeros, los mismos mendigos que ruegan la bendición al sacerdote del lugar. Es la casa del señor, donde el agua bendita se vende a “dos bolivianitos o más, dependiendo el tamaño de la botella”. Muchas personas viajan a Copa para bendecir sus autos, en el afán de asegurar su protección durante un año. A los colectivos también se les realiza el ritual que incluye cientos de flores, agua sagrada, y unos banderines que indican en letras doradas o plateadas: “Bendecido en Copacabana”.
Mundo Cholas
Con sus contornos inmensos, sus trastes eternos, sus trenzas guerreras, sus pieles curtidas de tanto trabajo digno, sus sonrisas doradas, las cholas sustentan familias enteras. Las “jefas de hogar” de Bolivia destinan días enteros al trabajo, para proveer de alimento a sus hijos. Y así copan los mercados de Copa, vendiendo desde verdurita hasta ropa, licuados, desodorantes, alfileres...y a uno siempre le parece que en esos lugares siempre se ofrece más de lo que se demanda.
En Copacabana el culto a la tierra coexiste con el cristianismo. “Chayar la tierra” es arrojarle a la pachamama una pequeña porción de lo que uno consume en agradecimiento a su generosidad, a su sabia provisión del alimento. Esa ofrenda convive con la exitosa imposición española.
Si la vida no alcanza para recorrer el mundo entero, no dejes para el final Copacabana. Yo te avisé: te vas a arrepentir.

7 Comments:

Blogger Lau Giubergia said...

Crissssss!! Me encantó tu relato! Es muy muy cierto lo que contás, es un lugar súper especial.. Lo que más me gustó en ese viaje fue, precisamente, la Isla del Sol.. Besos y abrazos, y veremos lo de los jeans pronto!

4:51 PM  
Anonymous Anonymous said...

Isla del Solo lo mejor: templo de la Chinkana, lado norte. Playa ideal para sentir latir la isla y ver los rayos caer de noche. Soledad asegurada, interioridad reforzada, gente real. Un poco de eso por favor!

12:13 PM  
Blogger Cristalina said...

nononoonon

tribi y lau: no puse la isla del sol intencionalmente, fue una decision adrede. es que es tan fantastica que no me sentia en condiciones de adjetivarla, preferia que quien visite copacabana se lleve la sorpresa de conocer esa isla...y los amaneceres, y la playita, y los templos, y la roca que el mismisimo tribi movio, las casas, los jardines con animales, etc etc etc.

6:03 PM  
Anonymous Anonymous said...

Lo sospeche desde un principio. Necesito volver ahi y mirar esa roca y todo. Invitación abierta!

6:23 AM  
Blogger Lau Giubergia said...

Hay fotos en mi blog para revivir momentos a orillas del Titicaca!!!

1:21 PM  
Anonymous Anonymous said...

De a poco polenta se convierte en mi plato principal.

5:01 PM  
Blogger Cristalina said...

pesado, pero con variada salsa, no nimo?
a veces con cremita, otras veces mas seca, de esas polentas que se te quedan atragantadas, como la realidad, otras veces mas suave, con verdurita.

se hace lo que se puede.

8:19 PM  

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