Friday, August 31, 2007

Es lo que hay

Subo las escaleras de Banco Córdoba. Muchas personas tejen una fila eterna e inusual para la bucólica San Francisco. La mayoría (con sus amargas caras) espera (demasiado ansiosa para la cola) pagar boletas, cobrar jubilaciones, abonar impuestos. No entiendo por qué se inquietan tanto y padecen a tal punto una fila larga. ¿La vida es esperar en una fila larga de gente donde el banco justo cierra cuando estás por cobrar tu jubilación?. Volvamos: adelante mío, un grandulón (abogado joven) se jacta de sí y de sus logros ante un abogado mucho mayor, un viejo con pinta, porte y cara de ser criterioso.
Grandulón: Lo que pasa es que la abogacía ya no es lo que era, ya no están los mismos códigos.
Señor con porte: Sí, claro.
Grandulón: Pero bueno, como dicen los "chicos de ahora", como dice mi hermanita de 18 años, "es lo que hay" (reminiscencia de Ger).
Señor con porte: Sí, claro.
Grandulón: Los chicos de ahora no son serios....
Grandulón: Y nosotros ahora con mi padre (ejem) tenemos un sistema para buscar las leyes en la computadora, y es más práctico, así yo a la noche cuando tengo tiempo y leo con más detenimiento encuentro más rápido. Internet es útil pero no hay que despistarse, a mí por ejemplo todos los días de diez mails que me llegan nueve son publicidades, y si me las pongo a leer una por una pierdo mucho tiempo.......y más y más y más...........................................................
Qué patética es la gente cuando desea agradar sin medir las consecuencias. Soberbio, el muchacho de códigos llegó al box del banco y dejó casi llorando a la cajera, que le comentó a mi cajero: "Me dijo: pero soy Abogado".
El hombre de códigos como los de antes que hablaba con sabiduría de banco o liderazgo de la siglo XXI era un pendejo de 30 años, otorgándo cátedra a un viejo que tomó el asunto con, al menos (y no es poco), discreción.
Tuve ganas de decirle: "Que va a hacer, es lo que hay".

Thursday, August 30, 2007

La otra noche veo Un Oso Rojo. Según Santiago la película está bien, yo estoy feliz de encontrar dos por tres estas genialidades que te cambian al menos el día, la semana, y hasta la manera de pensar-observar las cosas. La cuestión es que, más allá de la historia que cuenta Israel Adrián Caetano, recién allí, hace tres días, descubro a Julio Chavez. Que ignorante, pienso. Empiezo a bucear por la web y a recordar: lo había visto en Epitafios hacía tiempo, sólo un capítulo, el último. Después leo y me doy cuenta: es "el de" El Custodio, Extraño, El Otro, El visitante, El acompañante, etc, etc, etc. Sí, es re conocido, pero yo lo desconocía. Simplemente, le agradezco al azar, o a Santiago, que propuso la película, haberlo encontrado. Y yo me pregunto. ¿Que tendrán en común Daniel Bruhl, Marlon Brando, Louis Garrel y este hombre?. Ni idea. Pero todos me resultan precisa-ciosa-mente formidables.

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Wednesday, August 22, 2007

a pesar de los años, la casa de mi abuela sigue siendo placentera. hoy dormí una silenciosa siesta.

Tuesday, August 21, 2007

Y Jesucristo se vistió de mujer....

15:45. Acabo de saltar de la cama tras un intento vano de dormir, cosa que me ha dejado de no muy buen humor. El detestable timbre suena. Espío a través de la ventana, y reconozco que desconozco a esa mujer de rodete tirante, trajecito negro y aspecto pulcro.

Quizá a modo de auto defensa abro la ventana del living y no la puerta principal.

Apenas veo su cara, entre maderas verticales y horizontales que cubren el cristal, entiendo todo, y me digo que ha sido una equivocación atender:

Hola, pronuncia una voz dulce y a la vez modulada como para reforzar en la sala la seriedad del asunto. Su rostro está delicadamente maquillado. Continúa:

Estoy recorriendo el vecindario y conversando con los vecinos del barrio para difundir la palabra de Jesucristo El Señor que vino a salvarnos. Podemos leer la Biblia y sus pasajes.

Ah, sí, la verdad estoy un poco ocupada.

¿Vos sos católica?

No, no soy (¿para qué le dije?, soy el blanco perfecto, ¡intentará cambiar a esta maldita hereje!)

Bueno, lo que hacemos es leer la palabra de los discípulos de Jesús en el libro de la Biblia, los discípulos son los seguidores de Jesús que escribieron la Biblia.

Sí, sí, lo sé, yo fui a un colegio católico.

¿Y te identificás con alguna religión?

El budismo quizá (¿por qué habré dicho eso?, vi Un Buda y leí un libro sobre Buda hace muchos años, nada más, la carne me da retorcijones), pero no sé, creo en el amor (¿para qué le doy rosca?).

Bueno, es importante que hablemos de Jesucristo, en esta época en que sucede un cumplimiento del gran mandamiento que es amar a Dios sobre todas las cosas, y a la vez un enfriamiento de ese amor. Los dos mandamientos más importantes (¿los mandamientos están jerarquizados? en esta época de propiedad privada pensé que el más difundido era no robarás) son: amar a Dios sobre todas las cosas y amar a tu prójimo como a ti mismo.

Sí, sí, sé los mandamientos (por miedo a que los repita a todos), pasa que hoy no puedo hablar mucho porque estoy ocupada.

Bueno, ¿cómo es tu nombre?

Cristina

El mío es Andrea. Ojalá algún día podamos dialogar sobre el amor de Jesucristo, los tiempos que estamos viviendo y las acciones que podemos hacer los hombres. Muchas gracias Cristina.

En realidad habló bastante más, pero no pude retener todas sus palabras. Miraba fijo, y todo el tiempo le sostuve la mirada. Su postura y su manera de hablar me transmitían la sensación de que ese momento era ineludible, y con ese sutil despliegue –quizá involuntario- tiñó la escena de una gran solemnidad. Lo inquietante es que me puse muy nerviosa mientras se dirigía a mí. Estoy desconcertada, ¿por qué tantas cosas latían adentro mío? ¿Bronca, miedo, ironía, admiración? Un poco de todo, pero no indiferencia. No estaba ocupada, lo dije por temor a que se invite a pasar y a tener que soportar sus ideas. Pero a la vez, no pude decirle nada más que “me identifico con el budismo” a esa mujer. No discutí, no cuestioné, no pregunté. Me quedé como paralizada. Cerré la ventanilla y me vine a escribir y recién ahora me relajé algo, me atemorizan esas ideas en la gente pero no sentí que debiera discutirlas. Para qué iba a decirle lo que creo a una mujer que de buena fe deja sus días para profesar aquello por lo que vive. Al fin y al cabo, me dijo que el mandamiento más importante era amar a Dios y al prójimo como a uno mismo, y para mí la sabiduría del universo es Dios. Esa mirada, los ojos saltones y brillosos de emoción por hacer lo que siente correcto, ¿era mi deber criticar su Iglesia? Desmoronar sus ideas, aquellas que la mantienen viva, a pesar de que para mí hayan jodido y bastante a la humanidad. Me dio ternura y a la vez rechazo. Y todavía no entiendo bien por qué me importó tanto.

Thursday, August 16, 2007

Las personas exitosas suelen ser respulsivamente vulgares.
hoy fui a la oftalmóloga, y la simpática mujer me preguntó si me quedaré a vivir en San Francisco, a lo que respondí que se trata de un pase temporal. Lo curioso fue el argumento: "No es que no me guste la ciudad, es que no quiero vivir en el lugar en que nací". Camino a mi nuevo trabajo (oficinista de papá) pensaba sobre lo raro de mi reflexión, en todo caso, más usual hubiese haber dicho: "La ciudad no me gusta, pero yo nací acá, y eso tira". ¿Significa que odio a mi familia y reniego de mis raíces?. Al fin y al cabo me acordé de que siempre recalco la importancia de elegir el lugar en donde uno quiere pasar sus días en vez de permanecer en el propio por decantación, y traté de esa manera de camuflar una frase ambigua y freudiana con mi ya hartante promoción de un supuesto espíritu aventurero que por estos días anda inactivo. "No es que no me guste la ciudad, es que no quiero vivir en el lugar en que nací". Aún no entiendo qué quise decir.

Tuesday, August 14, 2007

Manhattan. Wody Allen. Que al fin y al cabo, se dice, la vida tiene sentido. Por Marlon Brando, los hermanos Marx, Fellini, el rostro de Traicy....San Francisco, una ignota tonta. La vida tiene sentido, chiquita, nada, todo, el rostro de Marlon, le cinemá, una entrevista en francés, el vino blanco que recién me dió mi papá, los viajes, el primero de todos, el mejor e insuperable, mis amigos porteños, reir, llorar, vos, vos-vos, sleep, soñar, besar, constante dejavú de pasadas sensaciones. Mirar a los ojos. Gato negro gato blanco, Los Soñadores, Eva Green, bella, Emma de Caunes, una mujer dorada, Daniel Bruhll, Bertoluchi, Fellini, Roma, los italianos, tremenda familia absorvente y ruidosa pero linda, gracias hermano, resolvemos el mundo y nos asqueamos de nos, tienes lo que no mereces, merece aquello que no tiene, La maldición del escorpión de Jade, El último tango en París, María Scheinder, alucinojenos que hicieron de tí, niña linda rara y maldita, los lunes, la luna, va a llover, el viento y el calentamiento global, globalización, deglaciación, la felicidad, reir llorando, es cierto eso de que tristeza nao tem fim?, el tarot y las indiscutibles predicciones, los viajes, un hombre dado vuelta, la noche, los papeles, los cuadros, las esculturas, el yoga, el clarinete. Wody Allen. San Francisco. Spinetta. Muchacha ojos de papel, de cartón, de almendras, de rayos de sol. Nadar desnudo en una pileta. Mejor aire, menos ruido, niños que se pegan con autitos tamaño mano. Demasiado para contar. Ya vendrán las cosas malas. Por ahora, se reinaugura el espacio con la mejor de las vibras.